domingo, 1 de noviembre de 2009

SIGNOS DE PUNTUACIÓN

CORRECCIÓN DE TEXTO
En el escritorio, junto a un tarro con varias cachimbas de lobo de mar, estaba el tablero de ajedrez con una partida inconclusa. A pesar de su prisa y de su ánimo sombrío, el doctor Urbino no resisitió la tentanción de estudiarla. Sabía que era la partida de la noche anterior, pues Jeremiah de Sant Amour jugaba todas las tardes de la semana y por lo menos, con tres adversarios distintos, pero llegaba siempre hasta el final y guardaba después el tablero y las fichas en su caja, y guardaba la caja en una gaveta del escritorio.